Como alguien que nació y se crió en Tucson, Arizona, siempre he sido consciente de nuestra proximidad a la frontera entre Estados Unidos y México. Crecí en una ciudad y fui a escuelas con una fuerte presencia mexicano-estadounidense, y es algo que siempre he apreciado. En la escuela secundaria me interesó saber cómo las barreras fronterizas afectan la vida silvestre. Luego, durante mi último año en Tucson High, pude unirme a un proyecto de investigación de la Universidad de Arizona sobre cómo estas barreras afectan específicamente a los gatos monteses.
Es por eso que estaba tan emocionada de ser parte de la pasantía Camino del Jaguar de Sky Island Alliance este verano ahora que soy un estudiante de último año en la UA. Ya he aprendido mucho, y la semana pasada un grupo de pasantes se unió a dos miembros del personal de SIA, Eamon Harrity y Bryon Lichtenhan, y fuimos a la frontera entre EE. UU. y México para hacer trabajo de campo. Nuestros objetivos principales para la semana fueron localizar manantiales, documentarlos a través del programa Spring Seeker y revisar las cámaras para el estudio Border Wildlife.
El primer día, mientras visitaba nuestro primer manantial, me caí tres veces, una manera muy humilde de comenzar la semana. Todos los días, casi todas las caminatas a un manantial o a una cámara fueron una lucha física. Pero me divertí pasando tiempo con mis compañeras pasantes y aprendiendo del personal de Sky Island Alliance.
Me encantó ver la vida silvestre de cerca, muchos por primera vez en mi vida. Especies como la codorniz Moctezuma, una hermosa serpiente látigo de color rosa, sapos y ranas, ¡y tantos insectos geniales! Ha estado en mi lista de deseos sostener una cigarra, y Bryon tuvo la amabilidad de atrapar una y retenerla para que pudiera experimentarla por mí misma. También aprecié la lluvia que nos acompañó a lo largo de nuestros días en el campo. Como nativa de Arizona, fue muy especial ver las nubes de lluvia formarse sobre nosotros.
En general, aunque terminé con tres ampollas en los pies y sintiéndome como si acabara de salir de una licuadora, ¡me alegro de haberlo hecho! Mis tobillos no se rompieron y regresé a casa de una pieza. Al final del viaje, los miembros del personal de Sky Island Alliance, Bryon y Eamon, nos adoptaron como pasantes y nos convertimos en una gran “familia de campo” feliz. Estoy muy agradecida, honrada y privilegiada de poder haber tenido una experiencia tan increíble en nuestras fronteras.
Fotos por Nadira Mitchell.