A medida que se acerca el final del año, es un buen momento para abordar cuestiones financieras importantes. En este blog, analizaremos específicamente las Distribuciones Mínimas Obligatorias (RMDs, por sus siglas en inglés) y cómo incorporarlas de manera ventajosa en las estrategias de donaciones benéficas.
¿Qué son las RMDs?
Una vez que cumples 73 años, el IRS generalmente te exige que comiences a retirar dinero de ciertas cuentas de jubilación, como tu IRA tradicional, 401(k) o planes de jubilación similares patrocinados por el empleador. Estos retiros se conocen como Distribuciones Mínimas Obligatorias (RMDs).
Tu distribución mínima requerida (RMD) para cualquier año es el saldo de la cuenta, al final del año calendario anterior, dividido por un factor de expectativa de vida según el IRS.
Si no realizas tu distribución mínima requerida, el IRS impone una multa significativa: el 25% del monto requerido. La fecha límite para tu primera distribución mínima requerida es, por lo general, el 1 de abril del año posterior a su 73° cumpleaños, y las siguientes RMDs deben realizarse antes del 31 de diciembre de cada año a partir de esa fecha.
Pero, ¿qué sucede si no necesitas los ingresos de tu distribución mínima requerida para tus gastos diarios? Aún debes realizar la distribución y se gravará como ingreso en el año de la distribución, lo que puede generar consecuencias impositivas no deseadas.
Cómo donar tu distribución mínima requerida
Si estás interesado en apoyar una organización benéfica y potencialmente reducir tus impuestos, considera una Distribución Caritativa Calificada (QCD, por sus siglas en inglés). A partir de los 70 años, puedes dirigir tu Distribución Mínima Requerida (RMD) directamente desde tu cuenta IRA a una organización benéfica elegida mediante una QCD.
¿Por qué considerar una distribución caritativa calificada?
Además de apoyar una causa benéfica, una QCD puede ofrecer varios beneficios:
- Menor responsabilidad fiscal — cada año, el monto de tu RMD se suma a tu ingreso bruto ajustado (AGI, por sus siglas en inglés), lo que puede resultar en una factura fiscal más alta. Una QCD, por otro lado, no aumentará tu AGI porque el dinero se transfiere directamente a la organización benéfica.
- Reducción de impuestos sobre tus beneficios del Seguro Social — tus beneficios del Seguro Social se gravan según tu nivel de ingresos. Como se mencionó anteriormente, una QCD puede reducir tu AGI, potencialmente reduciendo el monto de impuestos sobre tus beneficios del Seguro Social.
- Reducción de las primas de Medicare — las primas de Medicare también se basan en los ingresos. Un AGI más bajo puede potencialmente reducir estas primas. No todos enfrentan primas de Medicare, así que asegúrate de consultar con un profesional fiscal sobre cómo esto podría afectarte.
¿Qué más deberías saber sobre las QCD?
Hay otras consideraciones con esta estrategia:
- Si realizas contribuciones deducibles a tu IRA durante o después del año en que cumples 70½ años, estas reducirán la deducibilidad fiscal de futuras QCD.
- Las cuentas de jubilación patrocinadas por empleadores, como un 401(k), no califican para una QCD. Pero puedes transferir tus fondos RMD de un 401(k) a una IRA, lo que los haría elegibles para la estrategia.
- Dado que los retiros de Roth IRA generalmente están libres de impuestos, donar desde una Roth IRA es menos beneficioso.
No todos califican para usar la estrategia QCD, así que deberiás hablar con tu profesional fiscal y asesor financiero antes de proceder. Si eres elegible para usar una QCD, tu equipo financiero puede trabajar con tu profesional fiscal para ayudar a lograr tus objetivos caritativos de manera fiscalmente eficiente.
Donaciones a través de un fondo asesorado por donantes
Si buscas una solución de donación más permanente, un fondo asesorado por donantes (DAF, por sus siglas en inglés) podría satisfacer tus necesidades. Como donante, realizas una contribución irrevocable al fondo y recibes una deducción fiscal inmediata. Aunque los DAF pueden ser una forma flexible de maximizar las donaciones caritativas, las organizaciones patrocinadoras pueden requerir contribuciones iniciales más altas. Además, desafortunadamente, las QCD no se pueden usar para financiar un DAF.
Tomar el tiempo para revisar tu estrategia financiera al finalizar el año puede ayudar a asegurar que estés aprovechando al máximo tus donaciones caritativas. Ya sea a través de RMD, QCD o DAF, una planificación cuidadosa puede conducir a ahorros fiscales significativos mientras apoyas las causas que más te importan.
Consulta con tus profesionales financieros y fiscales para explorar las opciones que mejor se alineen con tus objetivos.