En Sonora, el tema relacionado con manantiales es poco conocido, la forma de referirse a ellos no es como tal. Cuando se habla de manantiales es fácil imaginarlos con una belleza extraordinaria, con agua de color turquesa, limpia y sin contaminación, debido a lo que se ve en las revistas de naturaleza y en la televisión.
Sin embargo, un manantial [se origina cuando el agua subterránea fluye a la superficie terrestre a través de procesos naturales (Meizner, 1923 y Hynes, 1970)], es decir “Todo aquel lugar donde el agua nace”. En Sonora se les conoce comúnmente como aguajes, ojos de agua, veneros, ciénegas, etc.
Después de lo mencionado anteriormente, la percepción de lo que es un manantial ya no es la misma y nos damos cuenta de que estos son mucho más comunes de lo que parece, también la imagen de aquel bonito manantial cambia, ahora imaginamos un lugar donde se hizo una pila de agua (Imagen 1), un bebedero para el ganado, donde se bombea agua para regar la siembra y a donde van las familias a pasear los fines de semana.
Imagen 1. Pila de agua creada en un manantial de Sonora.
Si bien es cierto, se conocen los beneficios y la importancia que tienen los manantiales para las actividades del ser humano, pero en ocasiones nos olvidamos del tema principal, el cuidado de estos recursos. La mayoría de los manantiales tienen una mala utilización, difícilmente se mantienen limpios y cada vez se hace más presente la escasez de agua, pese a ello la conexión entre el ser humano, la naturaleza y el cuidado de sus recursos parece ser muy difícil.
También hay excepciones y aunque son pocas, existen manantiales que están siendo aprovechados de una manera responsable, reciben mantenimiento y el recurso es utilizado de forma moderada (Imagen 2), sin embargo, hace falta conocimiento para perfeccionar estas buenas prácticas.
Imagen 2. Manantial en buen estado gracias al cercado que evita el acceso del ganado.
Aunque parezca casi imposible, en Sonora existen manantiales que “NO” han sido modificados por el ser humano y se mantienen en su estado natural, a diferencia de los que conocemos, estos se encuentran en lugares muy remotos, alejados de la sociedad y la actividad ganadera.
Imagen 3. Manantial sin influencia humana en un área remota de la Sierra del Tigre, Sonora.
¿Te gustaría mejorar la situación de nuestros manantiales?
Participa en nuestro proyecto “ Spring Seeker ”, ayúdanos a conocer la situación de cada manantial para futuras estrategias de restauración y conservación.